sábado, 13 de abril de 2013

Curiosity

  Robots exploradores: el Curiosity
La misión del Curiosity es ver si el Planeta Rojo es habitable para el ser humano.
Haz click para agrandar. Gráfico: Mariana Hernández.
En nuestro planeta, donde hay agua, hay vida. Y si Marte alguna vez tuvo agua, existe la posibilidad que formas microscópicas de vida se hayan desarrollado sobre su superficie.
Por ello, la estrategia de Curiosity en Marte será la de “seguir el agua”, es decir, explorar cauces de ríos secos y tipos de roca que sólo pueden formarse con la presencia de agua, en el interior del cráter Gale, su lugar de aterrizaje. Entender, si Marte alguna vez tuvo un océano vasto en su hemisferio norte, como lo creen algunos científicos, cómo el planeta se ha transformado para tener el clima seco y polvoso que se tiene hoy y si puede aún o podrá algún día soportar formas de vida.
Y aquí es donde empieza lo interesante: el equipo con el que Curiosity explorará a nuestro planeta vecino.
El robot está equipado con los instrumentos más avanzados para el estudio científico del planeta, propuestos por agencias espaciales alrededor del mundo; con ellos, podrá transmitir imágenes con la más alta resolución, preparar aterrizajes más precisos, tener mayor movilidad sobre la superficie y hasta será capaz de transportar muestras de tierra y roca marciana para su posterior estudio aquí en la tierra.
En suma, Curiosity se puede descomponer en las siguientes partes:
Cuerpo
La estructura de Curiosity es parecida a la de un coche convertible, puede abrirse para permitir que distintas cámaras salgan a observar el terreno marciano; protege sus “órganos vitales” manteniéndolos a temperaturas controladas.
Cerebro
El cerebro de Curiosity está compuesto por dos computadoras que procesarán toda la información recopilada, equipadas con una memoria especial, y tolerantes a radiación extrema. En caso de que uno de los “cerebro” deje de funcionar, la segunda computadora podrá tomar su lugar.
La memoria de cada una incluye 256MB de DRAM (un tipo de memoria dinámica cuya principal ventaja es la posibilidad de construir memorias con una gran densidad de posiciones y que todavía funcionen a una velocidad alta), 2 GB de memoria flash con detección de errores y corrección y 256kB de EEPROM (un tipo de memoria ROM que puede ser programada, borrada y reprogramada eléctricamente entre 100 mil y un millón de veces).
Como un cerebro humano, la computadora de Curiosity podrá monitorear su propia temperatura, estado de salud y otras características que le permitirán sobrevivir. Desde ella también se recibirán los comandos para manejar, tomar fotografías y operar los instrumentos.
Ojos
El Curiosity cuenta con 17 ojos, o mejor dicho, 17 cámaras con ópticas específicas.
Cuatro pares de cámaras para evasión de peligros (Hazcams):
Montadas sobre la parte inferior del robot, tanto al frente como en el área posterior, estas cámaras capturarán el terreno en formato tridimensional, lo que ayuda al robot a no perderse o accidentarse. Las cámaras, que tienen un alcance máximo de 4 metros, trabajan con un software que permite al robot tomar “buenas decisiones” de ruta y de cierta forma, “pensar por sí solo”.
Dos pares de cámaras de navegación (Navcams):
Montadas sobre el mástil (cuello del robot), estas cámaras recopilaran imágenes tridimensionales y panorámicas. Trabajarán en conjunto con las hazcams, permitiendo al robot tener vistas complementarias del territorio.
Cuatro cámaras científicas: dos MastCams, una ChemCam, una MAHLI:
Las Mast, una a la espalda de la otra, tomarán imágenes y videos a color, con la ayuda de poderosos lente zoom. Son lo más parecido a los ojos humanos.
Chemcam es la cámara que analizará la composición de los elementos del terreno marciano. Curiosity lanzará un láser que destruirá material rocoso y Chemcam será el encargado de analizar la composición mineral del material vaporizado.
MAHLI es la encargada de ayudar a los investigadores entender la historia geológica del sitio de aterrizaje. Puede capturar imágenes a color de características de hasta 12.5 micrometros (más pequeñas que el diámetro de un cabello humano), con la ayuda de luces ultravioletas. La luz ultravioleta permitirá inducir fluorescencia para ayudar a detectar minerales carbonatados y evaporíticos, que indican la presencia de agua.
Una Cámara de Descenso (MARDI):
MARDI es un sistema visual que proveerá material de video a cinco cuadros por segundo en alta resolución. Con ella, científicos e ingenieros podrán observar distintos procesos geológicos, perfiles de velocidad del viento, y hacer planeación geológica y geomórfica con ayuda de mapas en relieve.
Brazo y mano
El brazo del Curiosity es el que le permitirá maniobrar y acercar las rocas y el “suelo” marciana para su estudio. Como un brazo humano, tiene flexibilidad a lo largo de tres articulaciones: un hombro, un codo y una muñeca. Esto le permite trabajar como lo haría un geólogo humano: puliendo capas y tomando imágenes microscópicas.
En la punta del brazo se encuentra una estructura parecida a la de una mano que puede girar 360 grados. En ella están equipados distintos dispositivos, entre ellos un espectrómetro de rayos x.
Llantas/piernas
NASA
Curiosity tiene seis llantas, cada una equipada con su propio motor. (las llantas de enfrente y detrás también tienen sus propios motores de dirección, permitiendo dar una vuelta completa en el mismo lugar). La velocidad máxima del robot en terreno plano es de 4 centímetros por segundo, es decir casi 2 metros y medio por minuto.
Energía
La energía que utiliza el laboratorio de ciencia de marte es un sistema de energía radioisotópica, que genera electricidad a partir del calor que produce la descomposición radioactiva del plutonio-238 con el que está equipado. El plutonio dentro de Curiosity le permitirá operar como mínimo un año marciano (687 días terrestres).
Comunicación
Las tres antenas de Curiosity funcionan como voz y oídos. A pesar que el robot puede transmitir información directamente a la Tierra (la velocidad de transmisión de datos de Curiosity directo a la Tierra varía de 500 a 32 mil bits por segundo, aproximadamente la mitad de rápido que un modem estándar de casa), lo más probable es que lo hará a través de uno de los dos orbitadores que NASA ya tiene en Marte: Mars Odyssey y Mars Reconnaissance.
La proximidad de ambos orbitadores a Curiosity le permiten actuar como un walkie- talkie y retransmitir información a la Tierra a velocidades más rápidas. La velocidad de transmisión de datos del orbitador Mars Reconnaissance puede llegar hasta 2 millones de bits por segundo; Mars Odyssey transmite entre 128 mil y 256 mil bits por segundo (4-8 veces mayor a un módem de casa).

Misión Exomars

   Misión ExoMars.

La ESA y la agencia espacial federal rusa, Roscosmos, han firmado un acuerdo para trabajar juntas en el programa ExoMars, que enviará dos misiones al Planeta Rojo en 2016 y 2018.
La prioridad científica de este programa es determinar si alguna vez existió vida en Marte, una de las mayores cuestiones científicas de nuestra era.
Las dos agencias se repartieron las responsabilidades sobre los distintos elementos de la misión de forma equilibrada. La ESA desarrollará el Orbitador para el estudio de las Trazas de Gases (Trace Gas Orbiter, TGO) y el Módulo Demostrador de Entrada, Descenso y Aterrizaje (Entry, Descent and Landing Demonstrator Module, EDM) para la misión de 2016, y el módulo de transferencia y el vehículo de exploración para la que se lanzará en 2018.
Roscosmos se encargará del desarrollo del módulo de descenso y de la plataforma de superficie para la misión de 2018, y proporcionará los lanzadores para las dos misiones. Las dos agencias desarrollarán instrumentos científicos y colaborarán en el aprovechamiento científico de las misiones.
ExoMars también permitirá poner a prueba tecnologías clave desarrolladas por la industria europea, como sistemas de aterrizaje, vehículos de exploración o técnicas de perforación y preparación de muestras, que serán esenciales para preparar el próximo gran paso en la exploración robótica de Marte: una misión que traiga muestras de vuelta a la Tierra.
La misión de 2016 cuenta con dos grandes aportaciones de la ESA: TGO y EDM. TGO buscará rastros de metano y de otros gases atmosféricos que podrían indicar la presencia de procesos biológicos o geológicos activos. Este satélite también servirá para retransmitir los datos de la misión de 2018. EDM aterrizará en Marte para poner a prueba las tecnologías desarrolladas para la segunda misión del programa.
En 2018, el vehículo de exploración ExoMars, desarrollado por la ESA, buscará pruebas de la existencia de vida, en el pasado o en el presente, en la superficie del planeta. Será el primer vehículo en Marte capaz de perforar hasta 2 metros de profundidad para recoger muestras que habían estado protegidas de las hostiles condiciones de la superficie del planeta, donde la radiación y los agentes oxidantes pueden destruir los compuestos orgánicos.
Este vehículo de exploración llegará a Marte a bordo de un módulo de descenso ruso, que también cuenta con una plataforma de superficie equipada con varios instrumentos científicos.
El 14 de marzo, el Director General de la ESA, Jean-Jacques Dordain, y el Director de Roscosmos, Vladimir Popovkin, se reunieron en la Sede de la ESA en París para firmar un acuerdo que sella la colaboración entre las dos agencias espaciales para el programa ExoMars.
“Es un momento transcendental para el programa ExoMars, que permitirá a la industria y a los científicos de Europa y Rusia trabajar juntos en estas dos emocionantes misiones. La industria europea desarrollará nuevas tecnologías para este programa que demostrarán su competitividad y prepararán la participación de la ESA en futuras misiones internacionales de exploración, mientras buscan respuestas a la gran cuestión de si alguna vez existió vida en Marte”, explicó Jean-Jacques Dordain.
Rover ExoMars
El rover ExoMars. Crédito: ESA.
“Estamos ante el resultado de un largo proceso, hemos trabajado mucho juntos. El programa ExoMars será el segundo gran proyecto conjunto tras la integración de Soyuz en Kourou”, anunció Vladimir Popovkin.
“Se confirma, una vez más, que los proyectos de esta magnitud tienen que ser implementados a través de la cooperación internacional. Los datos que se obtendrán con estas dos misiones son muy importantes para la comunidad científica internacional”.
La NASA también realizará varias aportaciones a ExoMars, entre las que se encuentra el equipo de radio UHF para TGO, Electra, y el Enlace de Proximidad en Marte y el apoyo de ingeniería para EDM.
La firma del 14 de marzo sienta las bases para que la industria y los institutos científicos de Europa y Rusia empiecen a trabajar juntos en estas dos misiones, cuyo primer lanzamiento está programado para enero de 2016.